domingo, 16 de noviembre de 2008

Poema a Venus


En la tranquila noche, mis nostalgias amargas sufría. En busca de quietud bajé al fresco y callado jardín. En el obscuro cielo Venus bella temblando lucía, como incrustado en ébano un dorado y divino jazmín. A mi alma enamorada, una reina oriental parecía, que esperaba a su amante bajo el techo de su camarín, o que, llevada en hombros, la profunda extensión recorría, triunfante y luminosa, recostada sobre un palanquín. «¡Oh, reina rubia! ¿díjele?, mi alma quiere dejar su crisálida y volar hacia ti, y tus labios de fuego besar; y flotar en el nimbo que derrama en tu frente luz pálida, y en siderales éxtasis no dejarte un momento de amar» El aire de la noche refrescaba la atmósfera cálida. Venus, desde el abismo, me miraba con triste mirar


2 comentarios:

Javi dijo...

Bonito poema, Zaira. Resalta muy bien las cualidades de Venus. ¿De qué autor es??

Ramon Torné Teixidó dijo...

Preciós, delicat... igual que Venus mateixa.